la personalidad como fenomeno social
la personalidad como fenomeno social
El concepto de la personalidad
Desde el punto de vista popular, se emplea para recapitular lo que es típico en una persona, una tarea pendiente la que se sabe de alguien, o bien, para expresar que un individuo posee estilo. Con Frecuencia decimos que aquella tiene personalidad (interprétese como “es atractivo!") o que aquella tiene una personalidad rígida. Desde el punto de vista científico, la personalidad es “nuestra naturaleza psicológica individual. Es como una identidad personal.
La personalidad también se refiere a características cambiantes no centrales, inconstantes de duración variable, que se refleja en conductas actitudes en alguna etapa de nuestra vida, aunque luego desaparecen.
El autoconcepto es parte fundamental de nuestra personalidad, la psicología social tiene una mirada al autoconcepto individual, para tratar el yo social.
El autoconcepto: ¿Quien soy yo?
El autoconcepto es la opinión que una persona tiene sobre sí misma, que lleva asociado un juicio de valor. Autoconcepto no es lo mismo que autoestima, sin embargo su relación es muy estrecha y no podría entenderse uno sin la presencia del otro.
El autoconcepto representa la imagen que tenemos de nosotros mismos. Se crea a partir de una serie de variables, pero es particularmente influenciado por nuestras interacciones con las personas importantes en nuestras vidas.
concepto del Yo social
La construcción de la personalidad sus manifestaciones conductuales son, en gran parte,un fenómeno social. esto nos lleva a concentrar nuestra atención en las consecuencias que la interacción social produce en la personalidad del individuo, puesto que, en múltiples aspectos, desde el condicionamiento de la mayoría de las conductas, o la formación de los esquemas básicos de valores y normas, hasta la consolidación del propio autoconcepto personal social,se puede percibir la huella de la influencia de los demás individuos y grupos, sobre el hombre como unidad personal.
Desde pequeños aprendemos a ver el mundo como lo ven los demás, prestamos más atención a unas cosas y menos a otras, y esto varía según el tipo de sociedad en la que vivimos. La afiliación, por ser la sociedad la que define objetivos y expresa determinadas necesidades, determina que el ente percibido preste más atención a unos aspectos que a otros. Por ejemplo, el lenguaje que aprendemos facilita la forma en que vemos la realidad, porque selecciona para nosotros cosas o conceptos que son más importantes para nosotros y nos proporciona palabras para nombrarlos. De hecho, los humanos y otros animales sociales, como los primates, forman relaciones cercanas con individuos y grupos dentro de su propia especie, listos para la vida en sociedad. Es en esta interacción con los demás que se establecen el autoconcepto y la autocomprensión.
Intentos en la búsqueda de un concepto general sobre identidad social
Se buscó un concepto general de identidad social porque, si bien es un tema fundamental en muchas investigaciones y teorías psicosociales, la revisión de la literatura indicó que muchos autores parecen evitar articularlo con claridad. Para encontrar el concepto de identidad parece necesario estudiar algunas de las explicaciones o definiciones que se han formulado, que pueden servir de referencia para una mejor comprensión de su origen y desarrollo. Así como la percepción de un individuo sobre su entorno y contexto de vida está influenciada por condiciones psicosociales, la autopercepción también depende de variables situacionales y utiliza mecanismos de atribución para la autoatribución, que por supuesto está determinada por las relaciones con los demás.
¡Hola!
Esto no niega que seamos individuos, conscientes de nosotros mismos como individuos, únicos, o que seamos seres independientes, pero esta independencia es relativa porque, como decía Wallon (1946):
"El individuo es esencialmente social. Lo es, no como consecuencia de contingencias exteriores, sino como consecuencia de una necesidad íntima. Lo es genéticamente."
Lersch (1965), en su obra sobre psicología social, alude a la identidad social en los siguientes términos:
"El hecho de que las determinantes en el pensar, en el valorar y en el comportarse, que proceden de la sociedad, sean integradas en la conciencia del sí-mismo, hace aparecer justificado hablar de un sí-mismo-social. Con ello nos referimos al conjunto de lo que (procedente causal-genéticamente de la sociedad) es percibido por el individuo como algo que es uno con él mismo y pertenece a su ser-así-y-no-de-otro-modo."
Estas palabras revelan cómo ya en esas fechas se pensaba y se trabajaba sobre unos supuestos que incluían a la identidad en las bases de los contenidos de la psicología social.
Aún sin respuestas definitivas, los intentos de definir el concepto de identidad plantean interrogantes sobre si el origen de la identidad es meramente un producto de la sociedad, o si existen ciertos tipos de disposiciones o necesidades, genéticas o simplemente individuales, que la identidad será interpretada como algo proviene del sujeto mismo. Por supuesto, el error radica en esta separación forzada provocada por tal pregunta. Como premisa del trabajo, no se puede decir que el individuo y la sociedad (en términos de identidad) deban ser estudiados como opuestos y opuestos.